El Pilates Terapéutico es una técnica de equilibrio postural basada en el método Pilates original, pero adaptada a las necesidades individuales. Su finalidad es aliviar el dolor, prevenir enfermedades, mejorar lesiones, acelerar la recuperación y corregir problemas de postura.
Para ello, se realizan una serie de ejercicios para mejorar la postura, el equilibrio y los músculos del cuerpo mediante estiramientos dinámicos, controlados y fortalecedores de cada músculo. Además, trata de conseguir el equilibrio entre cuerpo y mente a través de la conciencia del propio cuerpo a través del movimiento.
El Pilates Terapéutico es la unión de técnicas para rehabilitación que une al Pilates clásico con la medicina deportiva y la fisioterapia. Es adecuado para todos, especialmente para aquellos con problemas de hombros, cuello, espalda u otras extremidades.
También es beneficioso para personas con dolor de espalda crónico, dolor de cuello, debilidad muscular o tensión. Para más información aquí contratar fisioterapeuta Ecija
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Los beneficios del pilates terapéutico
Mejora la postura, Previene el dolor de espalda, Alivia el estrés y la tensión muscular, Aumenta la resistencia física, Reduce la rigidez muscular, Aumenta la movilidad articular, Mejora la autoestima y el bienestar emocional.
Vale la pena comenzar la terapia de Pilates con clases individuales con un fisioterapeuta experimentado que pueda adaptar los ejercicios a cada caso específico. Después de eso, puedes seguir asistiendo a grupos de hasta 6 o 7 personas al menos 2 o 3 veces por semana.
Es importante realizar los ejercicios con precisión y control, siguiendo instrucciones expertas y respetando el ritmo de cada ejercicio.
Los ejercicios de Pilates más comunes se realizan con el centro de energía fuerte (núcleo), que es el eje de movimiento del cuerpo. El núcleo incluye los músculos abdominales, de la espalda y del suelo pélvico, y fortalecerlo mejora la postura, el equilibrio y la estabilidad.
Algunos ejercicios de pilates terapéutico
El puente: se trata de acostarse boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Se eleva la pelvis hacia el techo, contrayendo el abdomen y los glúteos, y se mantiene la posición unos segundos. Se baja lentamente y se repite varias veces. Este ejercicio ayuda a fortalecer el core, los glúteos y los isquiotibiales.
La plancha: se trata de apoyarse en el suelo con los antebrazos y las puntas de los pies, manteniendo el cuerpo recto y alineado. Se contrae el abdomen y se respira profundamente, sin dejar caer la cadera ni arquear la espalda. Se mantiene la posición unos segundos y se descansa. Este ejercicio ayuda a fortalecer el core, los brazos y los hombros.
El cien: se trata de acostarse boca arriba con las piernas elevadas y flexionadas en ángulo de 90 grados. Se eleva la cabeza y los hombros del suelo, extendiendo los brazos a los lados del cuerpo. Se realiza un movimiento de bombeo con los brazos, sincronizado con la respiración. Se inspira durante cinco bombeos y se espira durante otros cinco, hasta completar cien. Este ejercicio ayuda a fortalecer el core y la respiración.